viernes, 10 de septiembre de 2010

Mañana Dios dirá.

Quizás lo haya soñado, pero se que hubo un día en el que me prometí que no habría más dolor. Lo que no sabia en aquel entonces, es que el dolor no es algo que se controla como uno quiere. Por ello, hoy llevo dentro de mi esta interminable guerra. Estocada tras estocada intento liberarme de este mal, caigo y me levanto repetidamente. Hay días, en los que su filo me roza, y ya no hay quien me levante, días en los que no levanto cabeza. Pero, esos días pasan, y agraciadamente no son eternos. Tambien existen días en los que el sol brilla con tanta intensidad, que me hace pensar que es el tipico foco de luz que ilumina una pelicula cuando se esta rodando. El foco de mi pelicula favorita, en la cual, hoy, yo soy el protagonista. Y se, que la pelicula, acabará bien, con su final feliz. Y hoy, es uno de esos días... ¿Hasta cuando? No lo se... pero disfrutemos cada segundo de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario