domingo, 14 de octubre de 2012

Pensamientos de un suicida.

Tengo que hacerlo. Se acabó, se acabó. Hoy es el día en el que pondré fin a todo esto, ya basta de tanta tortura. Hoy, daré paz a mis pensamientos, me daré un respiro eterno. Tengo que hacerlo. Voy a saltar. Sin pensarlo más, voy a saltar. Tengo que hacerlo. No puedo más-cobarde-. ¡Basta! Se acabaron más mentiras, las caretas, los días así. Tengo que hacerlo. Dejo atrás mucho que he soportado, pero lo voy a hacer. Tengo que hacerlo. Es un institnto, que me llama, que me impulsa a lanzarme de lleno al vacio. Ese vacío que tanto tiempo llevo esperando. Y esta vez si. Voy a hacerlo. Tengo que hacerlo. Lo haré, y después sentir volver a nacer, resucitar. Durante la caida sentiré como en muchos de mis sueños que se para el tiempo una milésima de segundo, y después, muy despacio, mi pecho se irá hinchando, poco a poco. Y sentiré de golpe paz. Paz. Silencio. Tranquilidad. Libertad. Pero sobretodo, paz. Dejaré de escuchar mis pensamientos cada segundo- cobarde, ¡Cobarde!- Tengo que hacerlo. Voy a hacerlo. Voy a decirte por fin que te quiero.

jueves, 4 de octubre de 2012

Un pequeño sorbo al vaso caliente; las nueve.

Déjame pensar un instante en la última vez, y entonces recordaré que no existe, que me invento esa "última vez". Y es que no existe la última vez que te miré a los ojos y no vi otra cosa que no fuese vacío, infinidad. Ni última, ni primera. Y decides, y te equivocas, y al pensarlo te da rabia no haberlo pensado más antes. Y vuelves a tropezar con esa puta piedra, le das una patada. Pero volverá, "la última vez" volvió, estaba ahí. Te sientas a esperar, como siempre, a que vuelva, aun que sabes que si no te levantas no te vas a volver a tropezar. Pero aún así esperas paciente, por decirlo de alguna manera claro. Te hipnotiza el jodido "tic tac" del reloj imaginario, y esperas.. y esperas... a que vuelva. Roza como flecha el pensamiento. Sigues esperando. Duele esperar ¿sabes? Tic. Tac. El puto tiempo, tanto lento tanto rápido cuando quiere. Tic Tac. Y sigues sin hablar, háblame, dime algo. Tic tac. 
Y es que cada uno decide como invertir su propio tiempo. Lo malo es que yo quiero invertirlo siempre en ti.