viernes, 23 de diciembre de 2011

Diminutos minutos.

Cuando dejo de ser yo, el sol deja de desprender su calor, y deja marchitar los últimos pétalos de otoño. Las nubes corren rápido, con violencia desafían un tiempo precioso por llegar. Dejo de sentir el suelo bajo mis pies, floto, floto, estoy flotando. No llovía, hasta que amanecimos después de ayer. Acorde tras acorde me acordé de recordar el último suspiro antes de agonizar bajo la nieve de este invierno. Somos el final del libro aun por leer en nuestra aburrida estantería.

viernes, 9 de septiembre de 2011

domingo, 7 de agosto de 2011

Imbecil, idiota, mañaco, insociable, deprimente, aburrido, gilipollas, subnormal, inutil, arrogante, egoista, inmaduro. 

Cada vez entiendo menos como la gente me soporta.

martes, 2 de agosto de 2011

18.

Ya sabemos todos lo poco que me gustan los cumpleaños (sobretodo, el mío). No obstante, eso  no quiere decir que no agradezca a todas esas personas que me han aguantado y soportado otro año más de mi vida. Otro año más que se va, otro año más que recordar gracias a todos y cada uno de vosotros. Sólo repetir para terminar, ese "GRACIAS" que sólo me sale decir.


Os quiero.

viernes, 29 de julio de 2011

Echo de menos a mi dulce y linda flor, que se que me estará echando en falta por esas temibles y peligrosas calles londinenses. Ella ya sabe que nuestro amor será leyenda, y que un par de cientos de kilometros no conseguiran romper lo que un par de años, con duro esfuerzo, sudor y sexo paciencia, hemos conseguido labrar: este sólido matrimonio. Espero que vuelva sana y salva, o tendré que ir a por ella. Vuelve pronto cuchifritín mio.

jueves, 28 de julio de 2011


Vamos a cambiar, es momento, si. Que le den a los demás, el egoista ha llegado a la ciudad. Quejandome siempre de algo que me atribuyen, ahora con razones me podrán mencionar. Que rápido pasa el tiempo, con que facilidad cambian las cosas, pero no importa. Algún filósofo de esos dijo, que todo está en continuo cambio siempre, yo lo acepto, lo respeto. Pues que respeten y acepten mis cambios. Sino, p u e r t a. Lo voy a intentar, por mis santos cojones que si que si. No sé cuantas veces lo habré intentado ya, pero la intención es lo que cuenta. Está nublado hoy, pero no me apetece seguir al tiempo, hoy, no. De errores se aprende, y yo me he equivocado ya tantas veces en estos años, que ya se que errores no he de volver a cometer, ni con que piedras he de volver a tropezarme, ya no. Como bien dice la descripción de mi querido horójcopo, el egoismo es uno de mis puntos fuertes. Asique, una única palabra a partir de ahora “yo”. Basta de perder el tiempo soñando despierto y arrepintiendome de las idioteces de este mundo. He malgastado casi dieciocho años (que se dice pronto), creo me lo merezco, y si no, sinceramente, me la suda. Alguien dijo que la vida va por etapas, yo estoy cerrando una y pretendo abrir otra nueva. La verdad es que nunca he dejado de abrir y cerrar etapas, pero esta última, es necesaria  cerrarla para siempre. Si señores, esta es otra de mis tonterías, veremos cuanto me dura. 

Ya sólo me queda decir: Can you feel it?

miércoles, 27 de julio de 2011

El frío entre los dedos.

Doy una vuelta en la cama, y sigues ahí, justo donde te quedaste anoche. Miro fijamente tu rostro, sereno, tranquilo, perfecto. Tu respiración lenta me calma, me relaja mucho, y huelo desde donde estoy tu aliento, verdaderamente dulce. Entre sueños te acercas un poco más a mi, siento el calor de tu cuerpo pegado al mío, y casi puedo sentir tu respiracón en mi cara, es una sensación bastante agradable. Me doy la vuelta, y vuelves a acercarte a mi, pegando tu cara a mi espalda. Sonrio, me invade por dentro una felicidad inimaginable, vuelvo a girarme, no puedo dormirme teniendote al lado. Tu pelo roza la punta de mi nariz haciendome así unas pequeñas cosquillas. Me muerdo el labio y ahogo las ganas de acariciarte la cabeza, de pegarme más a ti, de abrazarte. Estoy delirando, cierro los ojos con fuerza obligandome a dormir. Se que esto no está bien. 
  • Nunca, nunca más. Te lo prometo. Me lo prometo.

miércoles, 20 de julio de 2011

Cuando abrí los ojos ya me sentía raro. Me desperté antes de que el despertador sonara, algo ya bastante raro en mi, cuando suelo tardar como treinta minutos más en levantarme después de que suene el despertador. Pero ese día era diferente. Me levanté con la sensación de haber descansado poco, más bien nada, y con un gusto en la garganta amargo. Al incorporarme me mareé, me quedé aturdido en la cama como veinte minutos más (los cuales no me podía permitir), con las manos en la cabeza y los ojos cerrados tratando de centrarme. Lentamente volví a la calma y me levante despacio para no volver a marearme. El aire estaba cargado, y la respiración se me volvía dificil. Me dí una ducha rápida,haber perdido veinte minutos recuperandome del fatídico mareo me hico perder tiempo. Desayuné un par de tostada a la velocidad de la luz y un sorbo de café frío. Me levanté para coger el abrigo y salir por la puerta cuando volví a marearme. Me apoye en el mueble de la entrada para no caerme al suelo. Me costaba respirar. Todo empezó a dar vueltas a mi alrededor y un fuerte dolor hostigaba mi pecho. Cai al suelo y horribles calambres recorrieron mi cuerpo dejandome totalmente paralizado. Seguia sin poder respirar, me llevé las manos al cuello inutilmente, mientras el agobio por la falta de oxigeno iba haciendose más insoportable. Perdí la vista y el conocimiento cuando el teléfono empezó a sonar.

martes, 19 de julio de 2011

Y a quien no le guste que no mire.







Si te digo que estoy cansado de los juegos, de las peleas, de perder el tiempo destruyendonos. Estoy cansado de la vida que inventamos, de que ignorar la realidad y de hacer más dificiles las cosas. Estoy cansado de las mentiras que nos contamos, de las verdades que ocultamos y de mirarnos mal aposta. Estoy cansado de arrojarnos sentimientos envenenados, de palabras que cortan más que los cuchillos, que los cristales de los espejos que rompemos con rabia. Estoy cansado de no ver la realidad, de que me nieguen ver nada, de que callen y se escondan. Estoy cansado de tener que encerrarme, de tener que aguantar las tonterías sin sentido, de quedarme con una respuesta sin explicación. Estoy cansado de terceros y no tantos segundos. Estoy cansado de mirar el tiempo, de ver como se esfuma y lo dejamos escapar. Estoy cansado de no encontrar las sonrisas que tirasteis a la basura, de aquellas que nadie ya quiere buscar. Estoy cansado de quedarme parado a pensar y tener que aguantar este silencio. Estoy cansado de que nadie quiera ni pretenda entender, de que “ nos la sude “ todo y luego nos arrepintamos de perder. Estoy cansado de pedir algo que no damos, y de no poder elegir. Estoy cansado de que me cuestionen, de que miren con desconfianza cuando no se piensa igual, o cuando molesta. Estoy cansado. ¿Si te digo que estoy cansado, tú me dirías que tú no?

sábado, 16 de julio de 2011



Me gustaba mucho verte dormir, podríamos decir que era uno de mis momentos del día preferidos. En verano me encantaba como el ventilador agitaba de vez en cuando uno de los mechones que descansaba junto a ti sobre tu cara, en invierno verte con el edredón hasta los ojos era algo especial. Verte andar con los pies desnudos por toda la casa me hacía sentir no sé porque, bien. Tu dulce sabor a café de por las mañanas conseguía mantenerme alegre durante todo el día. Hacerte rabiar era una de mis aficiones, mirarte y reírme sin ningún sentido, mientras tu desesperabas a preguntas que porque me reía. Era algo maravilloso. Cuando te asomabas al balcón y disfrutabas de las brisas, cerrabas los ojos y te dejabas llevar, como si te transportaran a otro lugar, hacia quererte un poco más. Verte devorar libros y libros era espectacular, podría pasarme toda la vida viéndote leer, no me cansaría. Cuando te veía suspirar me gustaba abrazarte, porque aunque no me lo dijeras nunca, sabía que te gustaba sentir alguien a tu lado. Lo sabía por ese escalofrío que tenías al rozarte. Lo que más me maravillaba, era como solamente tú podías hacerme sentir tan vivo, cuando me mirabas fijamente a los ojos sin pestañear y me decías que seguías aquí y que nunca marcharías.

sábado, 9 de julio de 2011

viernes, 8 de julio de 2011

miércoles, 6 de julio de 2011

Somos como zombies sin cerebro, dejandonos llevar por los impulsos, por las emociones. La furia, la alegría, la rabia, el deseo, la desesperación, la necesidad, la ansiedad, los celos, la pasión, el miedo.No nos importa que “ellos” nos aten, nos venden los ojos y nos lleven por donde quieren. Nos encanta más bien. Nos gusta sentir el dolor resurgiendo por cada poro de la piel, nos pone que nos azote la pena y nos excita cualquier caricia. Yo también me tapo los oidos cuando me dicen la verdad de que no está realmente bien, pero es por eso por lo que lo hacemos, porque es tentadora la idea del pecado. Date cuenta que somos gilipollas al pensar, que nunca podrás salir de donde entraste. Al pensar que te has perdido en un puto laberinto sin salida cuando tienes la respuesta justamente a tu lado. No quieres ver. Perdemos el control, y entramos entrace con la realidad, como marionetas de este estúpido espectáculo del que tú, eres partícipe pedazo de ignorante. Pero es que es eso lo que quieren, que pierdas.