sábado, 30 de abril de 2011

-¿Sabes lo que es sentir ese miedo? Si, te hablo del miedo de pensar que serías capaz de todo con tal de verla un segundo. Si, capaz de todo. Asusta bastante pensarlo y darte cuenta. De ser capaz de marcharte y dejarlo todo a trás si te dijese "ven conmigo". De darte cuenta de que te da igual a donde pretenda dirigirse, es lo que menos importa. Me da miedo, otorgarle tanto poder y tanto valor, cuando no es propio de mi. De verdad, cada vez que lo pienso un escalofrío recorre todo mi cuerpo, me estremezco de solo pensarlo. No quiero, sinceramente, no quiero, y lo siento...

-Ven conmigo...

-No me hagas esto..

viernes, 29 de abril de 2011

Si yo, tú.

Si yo, tú.

Si yo... tú
Si caes... yo contigo
y nos levantaremos juntos
en esto unidos.

Si me pierdo... encuéntrame.
Si te pierdes... yo contigo
y juntos leeremos en las estrellas
cual es nuestro camino.
Y si no existe... lo inventaremos.

Si la distancia es el olvido
haré puentes con tus brazos
pues lo que tu y yo hemos vivido
no son cadenas...
ni siquiera lazos,
es el sueño de cualquier amigo
es pintar un te quiero a trazos
y secarlo en nuestro regazo.

Si yo... tú.
Si dudo, me empujas.
Si dudas, te entiendo.
Si callo, escucha mi mirada.
Si callas, leeré tus gestos.

Si me necesitas... silba,
y construiré una escalera
hecha de tus últimos besos,
para robar a la luna una estrella
y ponerla en tu mesilla
para que te de luz.

Si yo... tú.
Si tú... yo también.
Si lloro, ríeme.
Si ríes, lloraré
pues somo el equilibrio,
dos mitades que forman un sueño.

Si yo... tú.
Si tú... conmigo.
Y si te arrodillas
haré que el mundo sea más bajo,
a tu medida,
pues a veces para seguir creciendo
hay que agacharse.

Si me dejas, mantendré viva la llama
hasta que regreses,
y si preguntas, seguiremos caminando.
Y sin condiciones te seguiré perdonando.
Si te duermes, seguiremos soñando,
que el tiempo no ha pasado
que el reloj se ha parado.

Y si alguna vez la risa
se te vuelve dura,
se te secan las lágrimas
y la ternura,
estaré a tu lado,
pues siempre te he querido,
pues siempre te he cuidado.

Pero jamás te cures de quererme,
pues el amor es como Don Quijote;
solo recobra la cordura
para morir.
Quiéreme en mi locura,
pues mi camisa de fuerza eres tú,
y eso me calma,
y eso me cura...

Si yo... tú.
Si tú, yo.
Sin ti, nada.
Sin mi, si quieres... prueba.
-Només serveix per... Sóc d'aquella mena de persones que saben què és una metàfora.
-Com?
-Una metàfora.
-I què és, ben bé, una metàfora?
-La nostra situació, és una metàfora.

miércoles, 27 de abril de 2011

Y ahora no sé que hacer

No mientas, siempre lo has querido. Porque me pregunto ¿quién no ha deseado tener nunca un amor de película? No vivir en una película, solamente tener un momento en el que digas: "si, la realidad supera la ficcion" y sentir como por dentro te llena de satisfacción. Tener una casualidad, chocarte con alguien, conocer a alguien en una fiesta o gracias a ese o esa amigo o amiga que estas harto de que viva tantos amorios. Y no lo piensas, lo ignoras, una persona mas de cientas que ya has conocido en lo poco que llevas viviendo. Y sigues maldiciendo tu poca suerte a la espera de que algo ocurra. Y quedais, os veis un par de veces y ya sientes que es el amor de tu vida solamente porque te hace sentir bien, ese equilibrio y estabilidad que buscabas con ansias incluso antes de nacer. Y su sonrisa es otro punto a su favor, tan maravillosa... Luego llega el momento de las imagenes cortas pero intesas con una canción de fondo que afirma que aquí hay algo más, para dar paso a algo que no puede faltar en toda pelicula, "el desastre". Es el momento de tensión, donde todo se rompe de golpe y es decisivo para saber que ocurrirá en el final. A todos nos aflora la esperanza en ese preciso instante para que el final de la película acabará bien. Iras corriendo a la estación de tren o al aeropuerto para confesarle que nunca te has imaginado tu vida sin oler su piel antes de irme a dormir, y justo cuando amanece. Os abrazareis y terminará todo como la película que es. Pero en ocasiones el tren o el avión no espera a la esperanza, como ya he dicho, eso solo ocurre en las películas. Y ahora es cuando decido si quiero o no ir a buscarte bajo la lluvia.

martes, 26 de abril de 2011

Tenía los ojos rojos como el carmín de aquella chica del banco besando a aquel chico despeiando. Rojos, como el rubí, como el muñequito que espera en los semáforos, como sus tan desgastados zapatos. Tan rojos como la sangre que casi no podia fluir en sus venas, rojos como el vino tinto que derramaba de su copa rota.

Siempre, siempre: "es el cansancio", "es de dormir poco, el imnosnio", "es de la piscina", "es de la alergia", "es de esta horrible congestion", "es de mirar al sol", "es del frío"... nunca, nunca será de la verdad.
Peor que el frío, y solo puede significar una cosa... volver a caer.
NO soy nadie, y tampoco pretendo serlo.

domingo, 24 de abril de 2011

La canción

Iba descalza, y caminaba con lentitud, sin prisas, tenía todo el tiempo del mundo. Lígera, como si volara, pasito a pasito iba paseandose, dejando su olor por todas partes. Dejó que sus casi imperceptibles dedos jugasen con la pared, acariciandola y dejando alli impregnada su presencia. Sabía bien hacia donde se dirigía, con pasos torpes prosiguió hacia su destino. Su pelo bailaba con cada paso, y se apolló contra la pared, dejando la cabeza totalmente pegada, abrió las palmas de las manos, y respiró hondo. Permaneció alli durante largo rato, respirando. Cerró los ojos, y dejó que las lágrimas se precipitaran contra el suelo. Y con los ojos cerrados, prosiguió su camino hacia el corazón, donde haría estallar en lágrimas a su victima.
La cosa se complica, cuando tu felicidad pende de un hilo, o de dos.. o incluso si has llegado demasiado tarde. Y tu felicidad hace tiempo que se ha vuelto añicos y ahora esta toda esparcida por tierra...

miércoles, 20 de abril de 2011

martes, 19 de abril de 2011

De buena mañana..

No lo vas a entender, y sinceramente, me importa tres cuartos de mierda. No te lo voy a explicar, más que nada porque no tienes derecho a explicación, y voy a seguir como he estado haciendo toda mi puta vida, callar. Porque ya se ha demsotrado que cuando se abre la boca se celebra una fiesta nacional-mundial. Y hoy no tiene sentido, para nadie, pero me apetecia mandarte un poquito a la mierda, no se, de estas cosas que dices hoy tengo ganas. Y lo haces. ¿Y me arrepentiré de esto? Posiblemente, claro que si, pues no he estado ya arrepintiendome de muchas cosas, y sorprendiendome y defraudandome de otras tantas. Pero sigo aqui no buscando la solución ni el por qué de nada, más bien porque es mucho más facil pensar que las cosas son así y punto. Y hoy es martes y me he levantado a las 6 de la mañana para estudiar la asignatura que más me gusta, y se me está haciendo insoportable. Y no creo que casualmente haya aparecido lo que ha aparecido, porque si de verdad existe el destino, ha venido para recordarme por qué motivo estoy como estoy, y debería dar las gracias diarias, a cada segundo que respiro. Gracias. Sigo diciendo que no importa, ahora ya es paso tras paso construir lo que se dice un "camino", y llegar o no al final es cosa mia. La verdad es que estoy convirtiendome en un increible gilipollas al estar escribiendo toda esta porquería, pero ya he dicho que era por necesidad, estas necesidades tan extrañas que le surgen a los seres humanos, o no humanos. Y me estoy quedando bien agusto, después de haber estado urgando en la herida, a estas alturas de la vida, soltar todo esto me ha despejado la mente, pero sigue haciendo palpitar el dolor que me produce el pensarlo. Porque quizas lo ignoras, y aunque seas consciente de todo esto, te sigo pareciendo una marioneta la cual manipular a tu gusto. Y más quisiera yo ser de piedra, o de hielo, que detrás de toda esta faceta inestable que se desmorona cada dos por tres se esconde todo un infierno, todo el dolor que me guardo para mi solito. Y creo que ya es suficiente por hoy, que se mal interpreten o no mis palabras es un caso a parte, pues yo y quien bien me conoce lo sabrá descrifrar. No te des por aludido/a.


PD: quisiera no echar de menos algo que tanto me duele..

El lugar de mis pensamientos

La verdad, es que no terminaba de comprender este frío permanente.


Estaba apoyado en la ventana, con la mirada vaga sin ningún punto fijado. No estaba mirando nada, mas bien iba imaginando lo poco que me permitía mi desordenada cabeza. Perfilaba cuidadosamente con mis pupilas el borde del acantilado, del pequeño faro que lo acompañaba y del escueto bosque verdoso que se extendía detrás. Ya era primavera, el tiempo era ideal y las hojas de los árboles cercanos alegraban el paisaje rígido de la costa. Dirigí mi mirada hacia la orilla de la playa, jugando con el va y ven de las olas, mirando con detenimiento el rastro que dejaba en la arena, como duraba unos segundos, y volvía a aparecer. Se movió aire, y una pequeña corriente helada entro por la ventana, cerré los ojos mientras la brisa enfriaba mi cara, y terminaba de congelar mis manos. Disfruté de como el viento helado se colaba por cada recobeco, de como entraba por mi nariz y petrificaba todo a su paso hasta llegar a mis pulmones, donde una vez allí instalado dificultaba mi respiración. Sin abrir los ojos, deje caer mi cabeza sobre el marco de la ventana, respirando pausadamente, recuperandome poco a poco. Sin prisa, abrí los ojos con desgana. Miré la fina linea que separaba el mar del cielo, en ese instante me pareció delicada, fácil de romper. Parpadeé pesadamente, entrelazando mis brazos y terminando de apoyar mi cuerpo en el frío acero de la ventana. Estaba bastante agotado, no había conseguido dormir nada durante toda la noche, siempre la misma pesadilla, levntandome cada poco tiempo sobresaltado. Escuché tus pasos acercandosé por el pasillo y pasando por la puerta, pero no me giré. Miré al cielo, una pequeña nube se había colado en él, solitaria iba siendo empujada por el viento. No pude evitar sentir un gran vacio y una terrible tristeza, y tu tuve que agarrarme con fuerza a la ventana por no caerme al suelo. Sentí como tu mano agarraba mi hombro, invadiendome por dentro un desmesurado alivio, como un torrente de calma que emanaba de la palma de tu mano. Me tranquilicé, y segui allí apoyado, con tu cabeza acomodada en mi hombro. El ligero viento que seguia entrando por la ventana hacia que tu pelo bailara por mi cuello, produciendome una sensación agradable. El tiempo se ha parado, me susurraste en el oido, y creo que tenías razón. En aquel momento no escuchaba el oleaje del mar, el viento que pasaba, no escuchaba si quiera mi respiración ahora ya menos agitada. Tenías roda la razón del mundo, habías detenido el tiempo, habías cesado el dolor.

domingo, 17 de abril de 2011

Realidades complejas

Comparar es una práctica que se ha llevado realizando desde que el hombre tiene memoria. Desde bien pequeños nos enseñan a comparar, y nosotros utilizamos la comparación como algo habitual, como algo sin importancia. Pero a la vez que empleamos tanto consciente como inconsciente este metodo de sacar defectos y virtudes, odiamos que hagan uso de ella con nuestra persona. Todo adolescente siempre ha detestado ser comparado por sus padres, y cuando intentamos demostrar algo a nuestros progenitores utilizando una comparación hemos obtenido como respuesta la frase prefabricada de "¿y si Juanito se tira por un puente, tu también?. Utilizamos muy a la ligera, y sin ser conscientes de muchas cosas la comparación. Como cuando comparamos a dos personas porque nuestros sentimientos se cruzan, y comparas al primer sujeto con el segundo, cuyo primer sujeto va a ser siempre la razón hipotética de nuestra existencia, pero que es a su vez la fruta prohibida que Eva mordió. E intentamos convencernos con esta comparación de que debemos escoger el segundo sujeto, y engañar de cierto modo a nuestra cabeza. La tendencia de comparar años, siempre hemos tenido el típico año fantástico repleto de buenos recuerdos, pero también el año que todo el mundo desearía borrar, pero que ahi ha estado, y así rezamos porque el próximo año no sea como el anterior, sino mejor. Comparamos tantísimas cosas, precios, objetos, sabores, colores, recuerdos, palabras, sentimientos, profesiones, actos, etc. Pero para poder comparar, primero hay que profundizar, llegar más allá de lo simple, y retocer mucho más. Si, los humanos somos los seres más simples, pero complejos cuando se nos permite. Cuando comparas, hay que tener siempre presente que el objeto que quieres comparar es único. Si observaramos las cosas desde ese punto de vista no utilizariamos la comparación tan a la ligera, porque la esencia es algo que no se debería de comparar. Cada uno es como es, diferente de todos, especial, ni mejor, ni peor, ni extraño ni normal, solamente "es"

miércoles, 13 de abril de 2011

brain

Era verano, domingo de agosto, un día soleado, maravilloso.


Estábamos solos, acompañados por la agradable brisa empapada del calor del sol, su rodilla derecha descansaba sobre la mía izquierda, la cual estaba tendida sobre la arena. Jugueteaba con los minúsculos granos de arena, inclinándose hacia delante, haciendo formas extrañas, sin sentido, pero daba a entender que estaba pensando. Yo en cambio había dejado que mi mente se sumergiera entre las olas que iban y venían. El sonido del oleaje había conseguido hipnotizarme por completo, apenas podía volver a retomar el control sobre mi mente, y tampoco deseaba regresar sinceramente. Apoyó en ese instante su cabeza en mi hombro, cansado de jugar con la arena, y suspiró apenado. Lo miré de reojo, y observé que él también se estaba dejando llevar por los sedosos murmullos del mar. Respiré fuerte, lo notó, pero no aparto su cabeza de mi hombro. El calor empezaba a aumentar notablemente, pero no se movió ni un milímetro, y a mí no me importaba que estuviese ahí. Vacilé unos instantes antes de preguntarle que estaba pasando por esa pequeña cabeza. Me dijo que nada, que estaba cansado para variar. Era su excusa favorita, y lo decía siempre en un tono tan convincente que todos acababan por creérselo, pero yo le conocía bien, demasiado bien."No me mientas" le dije "a mí no tienes por qué mentirme", y acto seguido se recostó encima de la cálida arena, perdiendo su mirada en algún punto del infinito azul del cielo. Volvió a suspirar, y extendió sus brazos cuan largos eran, cogió arena con las dos manos y la dejó caer lentamente, resbalando entre sus dedos. "La verdad es que estoy cansado" me dijo con los ojos cerrados " estoy cansado de mentir, estoy cansado de mi". Sabía lo que quería decirme, en cierto modo sí, pero solamente él sabía a ciencia cierta lo que ahora mismo circulaba por su cabeza y por su pecho. Le dije que debía relajarse, descansar, y expulsar todos sus pensamientos y renovarlos. Estaba acabando lentamente con su vida de una forma surrealista y metafórica, y solamente él podía frenar esta caída hacia el vacio. Continué mirando el mar, mientras que él seguía mirando el cielo y pensando sin parar, aunque él no me dijese nada, yo sabía en todo momento que estaba pensando y en qué. No era nada difícil imaginárselo, pero si comprenderlo, era la persona más simple y compleja que había conocido jamás, pero aunque tenía buen juicio, de vez en cuando no podía evitar que le faltasen dos dedos de frente. Se incorporó de nuevo, e inclino hacia un lado la cabeza. No lo miré, cada vez que lo hacía no podía evitar que el pecho se me inflara de dolor, que el corazón me diese un vuelco. Abrió la boca un poco, dejando escapar un hilillo de aire, y la cerró despacio. Le pregunté qué con que me iba a sorprender esta vez, y no sé si lo entendí, si no quise entenderlo, o simplemente si él no quería que lo entendiese, pero me respondió. "No sé si lo sabrás, ni siquiera si podrás entender, que es sentir el frío de enero en pleno agosto en tu interior". Lo abracé sin pensar, rodeándolo con mis brazos, mientras calaba de pena mi pecho.

lunes, 11 de abril de 2011

Domingo..

Una pequeña gota pasó sin preguntar por el puente hasta el otro lado, cayendo sobre la almohada y perdiendose allí con otras tantas. Sentía un gran dolor de cabeza, en los ojos, la mandíbula y sobretodo en mitad del pecho que no le dejaba respirar. Sentía grandes mareos, a veces le fallaban las fuerzas y tenia que apoyarse por no caer. Era de noche, para variar, y aunque el día anterior pensaba que iba a ser su último día, reunió de la nada las pocas fuerzas que le quedaban y se levantó. Pero esta noche ha vuelto a caer. Esta noche ha vuelto a recordar, ha vuelto el dolor...
Me recuerdo a Septiembre.

sábado, 9 de abril de 2011

lost

Perder el tiempo, perder el sueño, perder el apetito, perder la cabeza, perderme a mi mismo...

jueves, 7 de abril de 2011

Cuando tenga valor para hablar, diré que tengo miedo..
Tardabamos mucho, ¿eh chaval? Me encanta hablar conmigo mismo, y ahora que todo el mundo lo puede leer, es consciente de mi locura transitoria, o de mi locura a secas. Bueno, que si, al grano, ya hacía demasiado tiempo que el muro se sostenia, y claramente, tenía que caer. Ya está señores, de nuevo volvemos a tragar tierra otra vez. Volvemos a mi tonteria interna, a sacar lo gilipollas que llevo dentro, a comportarme como un imbecil y subnormal. Bienvenido a mi inamdurez multiplicada por infinito, no está mal ¿eh? Vamos a comportarnos peor que los crios de 5 años.

Necesito una hostia. xD

martes, 5 de abril de 2011


Él también quiso ser niño, pero le pilló la guerra.
Soldadito marinero conociste a una sirena.
De esas que dicen "te quiero", si ven la cartera llena.
Escogiste a la más guapa, y a la menos buena.
Sin saber como ha venido, te ha cogido la tormenta.

domingo, 3 de abril de 2011

Venga, vamos. Despierta otro día más haciendote brillar más que el propio Sol. Venga, vamos, creete un poquito más especial de lo que el mundo te hace. Camina como si hubieses nacido para andar por la "catwalk". Venga, vamos, dime que no tienes complejos, que la perfección reside en cada poro de tu piel. Ponte hasta el culo de mentiras e invenciones, y pasatelo genial describiendo una vida guiada por la musica de fondo. Venga, vamos, empieza a reirte solamente porque el de al lado ha empezado ya a llorar de la risa, y mareate del ambiente tan nocturno. Venga, vamos, vuelve a levantarte con esa luz brillante en tu cabeza que no te deja ver. Vuelve a poner la última canción que escuchaste a toda hostia, si, esa que molesta a los vecinos y que a ti tanto te la suda. Venga, vamos, que no queda ni gota de la realidad, cubierta por cada gilipollez surrealista que has creado para todos, vamos "especial", que hoy te toca volver a brillar.

Vivo en un mundo de cuerdos, que se creen estar locos.

sábado, 2 de abril de 2011

H______

Se levantó y con fuerza lo rompió en dos. Se lo quedó todo sin preguntar, sin repartir nada, incluso las pequeñas miguitas que cayeron fueron pisoteadas para que no quedara ni lo más minimo para nadie. Y prosiguió su camino, apretando con cada paso cada parte que ahora quedaba encerrada en sus puños. Oprimiendo primero la mano derecha, luego la izquierda, y así sucesivamente mientras yo observaba desde lejos sus lentos pasos alejandose de aquí...