sábado, 20 de abril de 2013

Inestables



Es posible que pensemos que nuestro mayor sustento somos nosotros mismos, y puede ser que sea en cierto modo verdad. Pero también pienso que nosotros mismos somos trocitos diversos, no sé si me explico, pero considero que hay algo más que “uno mismo” que nos completa. Nos complementa. Y nos sostiene en los peores de los casos. Es verdad, que solamente uno mismo tiene el poder de decidir, de pensar, de actuar, de hablar. Lo influyente de lo que te rodea sólo debe ser una sugerencia, un susurro que te haga confirmar lo que para ti es evidente, lo que ya sabías. Pero cuando ese susurro desaparece nos sentimos perdidos. Y a veces de manera literal. Y no nos damos cuenta que hay necesidades a veces que superan a respirar. Que hay casos equiparables, hay personas que se convierten en tus extremidades, en tus sentidos, en tu sangre. Que si nos falta algo importante cojeamos.

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