viernes, 26 de noviembre de 2010

the way of the rain



Los sueños, nunca escaparan de su categoría de imposibles. Y ahora llueve, con fuerza, con rabia, pues será el reflejo de tanto dolor que reprimo en mis adentros. Que llueva hasta matar al horrible invierno. El tiempo siempre nos ha salido caro, y salda sus cuentas con un pequeño impuesto añadido: nuestra vida.

Esa vida que florece y agoniza injusta. Pero única. Que siga lloviendo, pues no quiero escuchar otra cosa que el ruido de las gotas precipitandose contra el frío suelo. Seguir el pequeño riachuelo que forma el conjunto de la tormenta, encontrarme de nuevo. Dejar de estar perdido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario