Hoy, me ha apetecido quererte más de la cuenta, sabiendo que no debo. Todos sabemos, que lo prohibido ha sido siempre lo más fascinante, lo que más apetece. Somos pequeños peces de pecera en busca del inmenso mar que se nos prometio al nacer. Insaciables, vamos siempre en busca de más, el sol no se nos presenta lo suficientemente brillante y no nos ciega lo necesario. No podemos culpar a nadie de nuestra continua insaciabilidad, asi es de exigente la vida, ¿por qué no lo ibamos a ser nosotros entonces? Ojo por ojo, y el mundo se quedará ciego. Yo mando, yo controlo, pero siempre hay algo que se escapa a nuestro control, y es algo tan sumamente delicado y destructivo, que siempre lo dejamos aparte por nuestra propia seguridad. Si intentas llevar las riendas, lo único que conseguirás es que todo termine de una forma mucho más catastrófica, y rápida. Dejate llevar, y así no solo conseguirás tu propio fin, sino tambien el de todo lo que te rodea.
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