Era bastante extraño. Tenía un apellido peculiar, pero bonito. Llamativo podriamos decir. No era habitual por esta zona, pero aun asi cuadraba a la perfección con su persona. Era tan espectacular, y misterioso...Dificil a su manera, complicado de pronunciar y sobretodo de recordar. Incluso a mi a veces se me olvidaba, y cuando alguien se equivocaba al nombrarlo, me surgía una pequeña sonrisilla. Era especial, sin duda alguna, especial. La complejidad encadenada en una palabra, no en una simple palabra, sino en una maravillosa palabra. Podría vivir solamente con esa palabra dormida entre mis labios, sin soltarla jamás. Especial, especial.
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