viernes, 31 de diciembre de 2010
Me mareas... no se si veo una ventana abierta o una puerta cerrada. No se donde me encuentro, algo tira de mi, y aunque por una parte tengo miedo, la otra me dice que no deje de andar. Parece que estoy flotando, y de vez en cuando choco contra paredes invisibles que me hacen caer al suelo. Me levanto y sigo andando hacia la misma dirección, pero sigo perdido en mitad de la nada. Noto una presencia que me acompaña, pero no se quien es. No me asusta, al contrario. Parece que le conozco desde siempre, pero al mismo tiempo, no tiene nada que ver conmigo. No puedo más...
jueves, 30 de diciembre de 2010
Siempre estan presentes.
No te das ni cuenta. Con que facilidad borras de un soplido las sonrisas que creamos, los buenos momentos que pasamos, los días soleados. Para taparlos con mis tropiezos varios, mis malas rachas, mis equivocaciones y reproches. Crueldad, es darle más importancia, es ver primero los defectos y acordarse al poco de lo que se esconde detrás. Perdonar no ha sido nunca nada malo, pero parece que cueste siempre. Yo soy el primero en reconocer mis errores, y olvidarlos, para que no pesen. Tu en cambio, los arrastras con fuerza para que no se pierdan. Y me los recuerdas.
Yo no voy a decirte nunca nada que duela intencionadamente.
Yo no voy a decirte nunca nada que duela intencionadamente.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Cuando ves que aparece, yo desaparezco del mundo, desitengrando cada molecula en un punto en el cielo. Lejos de ti. No miras las estrellas, algo más brillante hipnotiza tu inestable mente. Das pasos hacia el fin, llueve la sangre de mil canciones que se apagan con tu voz. Negro sobre negro, un vortice perfecto que absorve cada pensamiento destruyendolo después. Vamos con el viento, yo quiero esta vez vivir sin tiempo.
martes, 28 de diciembre de 2010
viernes, 24 de diciembre de 2010
Tic tac
Voces descontroladas arañan el aire sin cesar. No se detiene el alboroto, y se le suma el ruido del tráfico. Taponas tus oidos para no escuchar más, todo gira, rápido. Sientes como te mareas, te tiemblan las piernas, pierdes el conocimiento, pero luchas por no caer en mitad de todo el caos. Parece que el tiempo se acelera más y más, y la voces no dejan de gritarte a la cara palabras que no terminas de comprender, a veces son solo hasta sonidos sin sentido. No puedes moverte, estas justo en medio de todo aquel infierno. No existe escapatoria alguna, y quieres que todo termine de una vez, deseas gritar tambien a pleno pulmon que termine toda esta locura. Sientes como derrepente, desde el centro del pecho, pasando por tu garganta hasta salir por tu boca un grandioso grito que frena todo aquel bullicio. Abres los ojos. No hay nadie.
jueves, 23 de diciembre de 2010
Mi mundo
Bajo un cúmulo de mantas, sentía el calor que le proporcionaban su abrigo, el único calor que podía recibir en esos instantes. Un gran silencio reinaba en la habitación. Se paró a no pensar, a existir con los ojos cerrados hundiendo su rostros entre sus manos. No quería escuchar nada, no quería ver nada, solamente la negra oscuridad. El tiempo carecía de importancia, pues nada ni nadie le esperaba fuera de su pequeño y desastroso mundo. Siguió ahí, sin moverse ni un milimetro, conteniendo las ganas de pensar en algo en concreto, pues sabía que el más minimo pensamiento acabaría consigo. No sabía el porque, seguía sintiendo frío, aun teniendo encima tantas capas de mantas. Pero hacía frío. Empezó a temblar, sentía como su sangre empezaba a hervir, y su respiración se iba acelerando y siendo entrecortada. Noto un ligero mareo, un dolor de cabeza y frotó sus ojos que empezaban a picarle. Una a una caian sobre la cama las lágrimas que no podía contener ya más en sus adentros. Y siguió ahí, inmovil, sin importarle nada más que intentar captar el calor que no llegaría a conseguir nunca. Calló otra lágrima.
Gracias.
Tranquilidad, que si hay que poner un punto y final, lo pondré yo. No le voy a echar el muerto a nadie... feliz navidad.
martes, 21 de diciembre de 2010
D'Lv
Soy él portador de los oscuros pasajes de tu cuento, de las dolorosas etapas de tu vida. Soy él causante de las lágrimas que derrochas, de tus valiosas horas perdidas. Soy él que provoca la lluvía en tus mejores días, y el que te ahoga cuando más los necesitas. Soy él que te benda los ojos, marea y te pierde, soy él que no quiere verte. Soy él que abre tus heridas, él que no deja que nadie sea tu guia. Soy yo él que te oculta la salida, con una sonrisa, con un puñal a la espalda a la espera de tu huida.
Eres tú lo que causa tanto daño, lo que me pierde en segundos, lo que más quiero en el mundo.
sábado, 18 de diciembre de 2010
Good Luck
Terminé de meter las últimas camisetas en la maleta y la cerré rapidamente. La agarré con fuerza, mientras apretaba mi labio inferior con rabia. Ya está, hacía ya tiempo que esto iba a pasar, y ya ha llegado. Recorrí el largo pasillo que se me hizo eterno, parandome en cada una de las habitaciones, y cuando me crucé en el espejo me quedé mirandolo fijamente. Cuanto había cambiado todo, que diferente, pero las cosas son así, y estas cosas pasan. No aparté la lágrima que iba cayendo lenta, y abrí la puerta para despedirme para siempre de aquella la que había sido mi casa, cuyos recuerdos viajarán conmigo en cada momento. Baje las escaleras y llamé a un taxi para que me llevara a la estación. Ya había estado allí varias veces, despues de tantas discusiones absurdas, pero esta era la definitiva, puesto que no podía permanecer allí. Se aproximó el tren, y vacilando un poco, finalmente subí, no había vuelta atrás. Me senté en el primer asiento que vi, y mirando por la ventanilla el sol que se iba asomando por el frondoso bosque de pisos, no pude más y eché a llorar. Note una fría presencia acariciando mi cuello hasta la nuca, primero me asusté, pero luego supe quien eras. En ese instante no me salieron las palabras. Y te marchaste. Adiós, es lo único que pude decir, y buena suerte.
jueves, 16 de diciembre de 2010
Así son las cosas
Hacía frio, pero por primera vez, no le importaba. Sus latidos iban compasados a la canción que sonaba en su interior. Sus pasos con un ritmos natural y ligero, como si no le costara dar un paso, era volar para él. Sentía como si con cada pisada, un descomunal bosque surgiera de la suela de su zapato, era sobrehumano. Nada podía detenerle, era fuerte, poderoso, podía parar el tiempo si se lo proponía. Nadie, absolutamente nadie, podía borrar esa enmigmática y mágica sonrisa dibujada ahora en su cara. Ciertamente nada le iba bien, pero él seguía adelante en este día con un cielo perfectamente despejado, ni una nube, solo el sol, que ya iba escondiendose lentamente para dar paso a la noche. Se para, da una vuelta entera y sigue caminando, asi son las cosas.
domingo, 12 de diciembre de 2010
Realista
Al principio se sentia frágil. Luego empezó a sentirse ligero, muy ligero, incorporeo. Asustado, se dirigió hacía una diminuta estrella, y ocupo su brillante cuerpo. Allí se sentía agusto, los días pasaban, y veia como lentamente la Tierra giraba. Sobre si misma, en torno al sol. Pero se cansó, estaba harto de estar siempre ahí arriba, solo, sin moverse, viendo siempre la misma esfera azulada que giraba y giraba. Se desprendió del cuerpo de la estrella, y se lanzó en picado a la Tierra. Allí, se introdujo en el viento. Si, esa sensación de movimiento constante, de fluidéz, le había recordado al principio de todo, se sentía bastante comodo. Viajó, en todas direcciones, hacia el este, hacia el oeste, norte y sur. Sin rumbo fijo. Pero su limitada memoria no le permitía recordar todo lo que había vivido en sus aventuras, y le frustró. Recordó un día, que en uno de sus viajes a Egipto, vió allí a una mujer, con un aparato que captaba el mundo en una imagen, decidió entonces meterse en aquel cachibache. Se sentía muy feliz, pues recordaba siempre todo lo que hacía, todo lo que veía. Pero no se sentía del todo satisfecho, no quería vivir eternamente de recuerdos captados por fotografías, quería vivirlo por si mismo. En sus larga estancia por el mundo, había observado a los seres humanos, nunca se había interesado por ellos, hasta aquella mañana. Aquel hombre, que había estado toda la mañana sentado en el puerto de Palos de Moguer, llorando. Justo antes de ver a aquella pareja de jovenes besandose apasionadamente, mientras que a lo lejos, niños correteaban riendo sin cesar. Si, el quería saber que era sentir todo aquello,que no comprendía. No le había bastado brillar como una estrella, ser libre como el viento, poder captar para siempre una sonrisa. El queria llegar a los limites, y sin pensarlo, se colo en el cuerpo de una muchacha que se cruzó en su camino. Pasaron muchos años en los cuales había sentido amor, dolor, tristeza, alegría, nostalgia... había experimentado cada uno de los sentimientos que un ser humano podía sentir. Y llegó aquel día. Él no contaba con ello, nunca se había preocupado, si, se había sentido cansado, debil, pero pensaba que era una de las típicas enfermedades que los humanos padecían, y que él más de una vez había llegado a tener. Pero no, aquella noche, su respiración fue pesada, lenta. Se dió cuenta de lo que estaba sucediendo, y entonces, cuando cerró los parpado por última vez, satisfecho, ahora si, marcó un punto y final con una sonrisa.
Tal vez, me sobre el dolor...
Nada cierto, nada nuevo, nada más, que lo que quieras escuchar. En un pequeño instante, en un momento de debilidad. El mismo error constante, un paso adelante y dos atrás. La misma piedra en el camino, del que no veo el final. Mientras seguimos como ayer, huyendo de una realidad, a la que no le caigo bien, o es ella la que me cae mal. Riendo para olvidar. Llorando por necesidad.
viernes, 10 de diciembre de 2010
broke
y romper con todo.... las ventanas, los jarrones, las paredes... romper el viento, el tiempo, la vida... romper a llorar...
jueves, 9 de diciembre de 2010
Me senté lentamente en la silla aferrando con fuerza la taza de café que había preparado. Con la mirada perdida en el oscuro café, fueron apareciendo imágenes que se reflejaban en el fondo de la taza. Una ventana abierta, una pistola humeante tirada en el fondo de la habitación, los ojos de él clavados como alfileres en los míos, el suelo encharcado … No pude contener un desagradable escalofrío que me recorrió de pies a cabeza. El mal sabor de boca seguía latente, esa arena entre los dientes, como si hubiera tragado un montón de polvo. Di un pequeño sorbo al café que estaba medio frío, noté como esa sequedad en mi garganta iba cambiando a un ligero toque amargo producido por la cafeína. Encendí el pequeño televisor que había situado en el otro extremo de la cocina, el parte meteorológico no consiguió diluir los pensamientos que habitaban en mi mente, esos acontecimientos de la semana pasada. Si, ya había pasado una semana, y seguía dándole vueltas al asunto, debía hacer algo. Terminé desganado el café que quedaba en la taza y me levanté apresurado dirección al piso superior. Atravesé veloz cuan larga era la habitación hasta llegar al baño, me miré al espejo y automáticamente mi rostro marcó una mueca de desaprobación. En efecto, estaba lamentable. Abrí el grifo y refresqué mi cara, pero lo pensé mejor y me di una ducha rápida, no había tiempo que perder.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
parler avec des yeux
Al final de la pupila se encuentra agazapada una voz, que a pleno pulmón grita miles de palabras encadenadas al pecho. Se siente pequeña, incomprendida, ignorada, la voz por más que grita y que grita nunca es escuchada. Le enfurece, el hecho de que nadie la oiga le hace rabiar, impotencia es la palabra exacta, y explota. Como olas que chocan contra el acantilado, miles de gotas de una lluvia torrencial, así, similar al apocalipsis, estalla en mil pedazos la voz. Se vuelve a levantar, animada por si sola, por la luz del sol, por pequeñas melodías. Pero se esconde el sol, y vuelve a rebentar a la noche, no puede, se queda afonica de gritarle a la pared que se interpone justo al limite de la pupila. Noche tras noche, la voz disuelve ese muro cristalino con cada lágrima, el mismo muro, que se levanta solo al amanecer.
martes, 7 de diciembre de 2010
Inside the bubble
Supongo que todos sabemos lo que hay en el interior de las burbujas. Si no lo sabes, preguntatelo. ¿Qué hay dentro de una burbuja? Nada, aire, aire al que no le importa verdaderamente si es o no liberado, pero realmente, no existe nada. Es triste querer vivir el resto de tus días en una burbuja en la cual no te espera absolutamente nada.
lunes, 6 de diciembre de 2010
domingo, 5 de diciembre de 2010
Tarántula
Contaste las horas, observando extasiado el desplazamiento de las agujas. El tiempo era ficticio: ¿eran las diez de la mañana o de la noche, martes o domingo? Eso carecía de importancia, de nuevo podías dar una pauta a tu vida: a mediodía tengo hambre; a medianoche, sueño. Un ritmo, algo a lo que aferrarse.
viernes, 3 de diciembre de 2010
Delirios...
No me queda alma... No tengo ganas de salir a la calle, no quiero ver a nadie, solamente deseo quedarme aqui encerrado en mi plena oscuridad. Los delirios y mis momentos de lucidez, en los que mi autoestima pega un brinco, empiezan a escasear, casi inexistentes. Es jueves, quizas por eso tengo este pensamiento, ya he llorado dos veces, y aun queda menos de una hora para volver a caer... se que caeré. Poco a poco, me encierro más en mi mismo, se que nadie podrá entenderme mejor que yo (aunque nunca me entienda). Las canciones comienzan a fallar, ya casi no logran mantenerme en pie, caigo en un vacio sin final. Miro atrás, y aunque veo recuerdos que me hacen sonreir y llorar a la vez, me muero lentamente, pues no me muestran un claro futuro, no muestran nada... no veo nada. ¿Qué será de mi? ¿Qué será de todos? Que estúpido puedo llegar a ser... mi profesor tenia muchísima razón hoy. No tiene la vida resuelta, tener un trabajo, una esposa, hijos, casa, coche... ¿eso es una vida resuelta? ¿Y la ilusión? ¿Dónde queda? Que mas vas a hacer en tu vida cuando es tan corta y se limita al trabajo... La de caminos que habrá tenido que cortar, la de historias que se habrá perdido... ¿eso es lo que me espera a mi tambien? Una vida condenada a la rutina... que ilusión por respirar... si... vamos. Que no me preocupe por mi futuro... que aun queda, que no me precipite. Pero nadie ve que todo lo que hagas ahora, transformará todo mi futuro, que si caigo hoy, ese golpe supondrá (dios no lo quiera) una pequeña deficiencia fisica o lo que mierda sea en un mañana. ¿Debo quedarme así? ¿Dejandome llevar por la rutina, por el estudio diario de algo que no me ilusiona (que lastima es perder la ilusión tan joven) para saber que mierda pasará dentro de una hora?
Me apetece romper con todo, si es otro de mis delirios de grandeza. Poder mandarlo todo a pastar fang, irme lejos, ver otros paisajes, respirar otro aire, conocer otras vidas... disfrutar de lo que una pequeña e insignificante explosión nos dejó como universo, estrellas, planetas... quiero descubrir todo aquello que no conozco, crecer poco a poco, al lado de experiencias de las cuales no arrepentirme nunca. Pero me es tan duro... mentira, no me es duro separarme de mi vida, me es imposible basicamente. Aun no entiendo como la gente de las series (si, son series, pero se supone que deben reflejar un poco de ¡realismo!) puede marcharse asi como asi, a hacer su vida, si, es su vida... pero ¿y todo lo que dejas? ¿Puedes abandonarlo todo...?
Empiezo a entender, que se necesita fuerza la cual carezco.
Me apetece romper con todo, si es otro de mis delirios de grandeza. Poder mandarlo todo a pastar fang, irme lejos, ver otros paisajes, respirar otro aire, conocer otras vidas... disfrutar de lo que una pequeña e insignificante explosión nos dejó como universo, estrellas, planetas... quiero descubrir todo aquello que no conozco, crecer poco a poco, al lado de experiencias de las cuales no arrepentirme nunca. Pero me es tan duro... mentira, no me es duro separarme de mi vida, me es imposible basicamente. Aun no entiendo como la gente de las series (si, son series, pero se supone que deben reflejar un poco de ¡realismo!) puede marcharse asi como asi, a hacer su vida, si, es su vida... pero ¿y todo lo que dejas? ¿Puedes abandonarlo todo...?
Empiezo a entender, que se necesita fuerza la cual carezco.
D.Lv
Y que te acuerdes de mi, que sepas que existo. Que sueñes conmigo, que mueras por hablarme. Y que te guste que esté contigo, que no tengas otra cosa en la cabeza que mi nombre.
Y que me olvide de ti, que no me importe donde estas. No soñar más contigo, y no morirme por querer hablarte. Y que no me sea tan sumamente agradable tenerte cerca, que no sea tu nombre lo único que hinunde mi cabeza.
Y que me olvide de ti, que no me importe donde estas. No soñar más contigo, y no morirme por querer hablarte. Y que no me sea tan sumamente agradable tenerte cerca, que no sea tu nombre lo único que hinunde mi cabeza.
jueves, 2 de diciembre de 2010
miércoles, 1 de diciembre de 2010
La palabra amor, se vuelve pequeña al paso de los años... ya no es lo mismo, o eso dicen.
Hace tiempo que me lo pediste -de una forma poco cuerda, como de costumbre-.
Y desde entonces yo me pregunto ¿para qué? no tiene ningun sentido, pues solo hace recordarme esta tonteria que llevo dentro. Eso es lo que es, una gran tonteria. Incluso parece que empieza a tener menos importancia, es todo psicológico -¿tú crees? estás loco- pronto me daré ese gran "trompazo" contra el muro al que llaman realidad - que ironía, un muro...-. El mundo parece pequeño, y a la vez inmenso, y ahora solo siento el invierno.
Que se termine todo esto ya, por favor.
Hace tiempo que me lo pediste -de una forma poco cuerda, como de costumbre-.
Y desde entonces yo me pregunto ¿para qué? no tiene ningun sentido, pues solo hace recordarme esta tonteria que llevo dentro. Eso es lo que es, una gran tonteria. Incluso parece que empieza a tener menos importancia, es todo psicológico -¿tú crees? estás loco- pronto me daré ese gran "trompazo" contra el muro al que llaman realidad - que ironía, un muro...-. El mundo parece pequeño, y a la vez inmenso, y ahora solo siento el invierno.
Que se termine todo esto ya, por favor.
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